El diente de león tiene unas propiedades asombrosas y en la actualidad incluso se la cultiva para fines tanto medicinales como culinarios.
Ademas contiene muchos nutrientes, entre los que destacan sus vitaminas y minerales.
Entre los propiedades principales que contiene, podríamos destacar los minerales como hierro, potasio, calcio, zinc, magnesio y fósforo.
Estas propiedades aportan grandes beneficios para el organismo, y debido a esto es muy útil para contrarrestar algunas dolencias como:
Problemas de hígado. Las hojas de diente de león, las cuales se pueden comer en ensaladas además de otras maneras, son muy buenas para el hígado, ya que ayudan a suprimir la acumulación de grasas en este órgano. La raíz del diente de león previene las hemorragias de hígado y contribuye a la limpieza de la sangre.
Riñones. Debido a sus propiedades diuréticas, el diente de león es muy utilizado para los problemas renales. Esto, unido a que los riñones e hígado trabajan juntos en la limpieza y excreción de toxinas, es una planta muy beneficiosa para limpiar todo el organismo.
Vesícula biliar. El diente de león también sirve para limpiar la vesícula, pero siempre y cuando no haya infección o inflamación de la misma. En ese caso, tomar diente de león podría ser incluso perjudicial.
Inflamación. El diente de león puede ser eficaz para reducir la inflamación causada por enfermedades debido a la presencia de varios compuestos bioactivos como los polifenoles dentro de la planta.
La inflamación es una de las respuestas naturales de nuesto cuerpo a una lesión o enfermedad. Con el tiempo, la inflamación excesiva puede causar daño permanente a los tejidos del cuerpo.
Algunos estudios de probeta han revelado una reducción significativa de los marcadores de inflamación en las células tratadas con compuestos de diente de león.
Hipertensión. Debido a sus propiedades, el diente de león sirve para contrarrestar la hipertensión. Esto se debe a que al ser un excelente diurético, contribuye a la eliminación de sales y líquidos que el organismo retiene y no son de utilidad, y en algunos casos incluso son perjudiciales.