La aparición de la papada es un problema que se puede ver en hombres y mujeres por igual, y es producido en la mayoría de los casos por problemas de obesidad, también puede influir a su aparición la forma del rostro.
Hoy en día existen muchos avances en la ciencia cosmetológica para mejorar, mantener o cambiar algo de nuestra apariencia física y la papada no escapa de la mira de esta rama.
Actualmente hay cirugías enfocadas en eliminar esta grasa que se almacena debajo de nuestro mentón, pero no necesariamente debes recurrir al bisturí porque también existen tratamientos, ejercicios y remedios naturales para deshacerte de este problema, y en este articulo te enseñaremos un método casero para que te olvides de la papada.
El pepino es un excelente componente para una mascarilla facial ya que este está contiene 97% de agua perfecta para la hidratación de la piel. Además tiene también vitaminas A, C y E que gracias a sus antioxidantes ayudan a producir colágeno y elastina, las cuales son sustancias que ayudan a frenar el envejecimiento de la piel.
Por otra parte la arcilla, de entre sus tantos beneficios, aporta un efecto tensor casi inmediato perfecto para tratar el problema de la papada, ya que lo que se necesita en esta zona es devolverle la firmeza a la piel.
Por último, la preparación de la mascarilla es muy fácil, solo debes pelar el pepino y licuarlo de modo de obtener un jugo, luego mezclar este con la arcilla hasta obtener una masa sin grumos y lo suficientemente estable para untarla sin ningún problema. Es importante que cuando mezclemos estos ingredientes utilicemos útiles de cerámica o madera, ya que el plástico o el metal podrían afectar las propiedades naturales de nuestra mascarilla.
Finalmente, al tener nuestra mezcla homogénea solo debemos aplicarla en la papada, dejar que seque, luego removerla con agua tibia y finalizar con agua fría para cerrar los poros. Para ver los resultados de este tratamiento hay que ser constantes, podemos hacerlo de dos a tres veces por semana durante un mes y ¡listo, notarás la diferencia!